Una de indios…

El miércoles fui a ver el último experimento (por describirlo de una manera demasiado corta) del director Quentin Tarantino: Bastardos sin Gloria (Inglorius Basterds. Si, con «e». Quentin se encargó en aclarar el por qué en el programa de Jonathan Ross en BBC Entertainment).

Una obra desmenuzada en capítulos que nos presenta tres diferentes historias que se van entrelazando suavemente hasta llegar al fin último, sorpresivo.

Las actuaciones son magistrales: Brad Pitt (Aldo Raine a.k.a. Aldo el Apache) está impresionante, Christop Waltz (Hans Landa) le da su justa réplica y es uno de los personajes que empata las historias de la trama.

Bastante divertida (en toda la tragedia que puede envolver una guerra mundial), empieza desde la pantalla inicial: «Hace mucho tiempo, en una Francia ocupada por los Nazis…» (Once upon a time in a Nazi occupied France).

Una de las cosas agradables es que los personajes hablan en su idioma la mayor parte de la película, no sólo en inglés (¿me estás escuchando Valkyria?). Uno escucha alemán, francés e inglés con un homenaje grandioso al italiano.

Eso si, como en todas las películas de Tarantino hay escenas bastante crudas (las menos) que pueden impactar a más de uno.

Altamente recomendable.

P.S. Hay un súper güiño a una de nuestras glorias del cine nacional de los 1970’s, no lo pongo para no arruinarles la sorpresa.

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